El mundo del techno es completamente cautivador al ofrecer experiencias exquisitas, pero a la vez muy complicado a la hora de triunfar, ya que solo se premia la constancia y el verdadero talento musical. Si se quiere hablar de alguien que cumpla estos dos requisitos, es claro que la mejor referencia es la mundialmente aclamada Dj y productora Misstress Barbara. Siendo Italiana de nacimiento, lleva una trayectoria de 22 años en el booth, ganando el reconocimiento del público al poner el nombre del Techno en alto.
Bárbara Bonfiglio, se muda con sus padres a Montreal (Canadá) desde Sicilia a la edad de 8 años, donde comienza su primer acercamiento musical. Al cumplir 12, se interesa por la percusión, para luego conformar una banda de Heavy Metal. Es hasta 1996 que gana el lugar en la escena electrónica bajo la combinación de dos palabras “Miss” y “Stress” que dan lugar a su sobrenombre Misstress Barbara. Su recorrido pasa por ciudades como Quebec, Trois-Rivières y Toronto, continuando su ascenso hasta fundar su propio sello discográfico “Relentless Music” en 1999.
Además de su habilidad musical, esta talentosa mujer también posee un diplomado en comunicaciones especializadas en cine, tiene licencia como piloto de avión, está en camino de ser instructora en navegación, es amante de las motocicletas, el snowboard y jugadora de tenis. Sin embargo su inclinación hacia la melodía fue reconocida por los premios MIMI (Montreal International Music Initiative) en 2011, el “Best Breakthrough Underground DJ” en 2002, los JUNO Awards con su álbum I’m No Human en 2010, entre otros galardones que hacen honor al ingenio de esta gran Dj.
Middle Post Heading
Ha realizado numerosas colaboraciones con artistas de la talla de Carl Cox, Bjork o Richie Hawtin, incluso llevando su trabajo a películas y videojuegos. Su estilo provocador y energético de femme fatale, es aclamado por el público cada vez que sube al escenario, para contagiar segundos de su beat intoxicante, al punto que la artista describe ocasiones en las que los asistentes irrumpen en el booth a mitad del set, llevados al límite por su armonía contundente.
